Priorizar la inversión pública hacia lo estrictamente necesario durante su gobierno, fue uno de los ejes que anunció el presidente Lenín Moreno para combatir la crisis heredada de su antecesor, Rafael Correa. Y esos ajustes se han visto traducidos en sus cuatro años de gestión en una escasa obra pública. El Gobierno saliente redujo el gasto público convencido de que ya no había necesidad de destinar importantes recursos fiscales a megaobras físicas. A más de la crisis económica, la caída de los precios del petróleo y la emergencia sanitaria a causa de la pandemia por COVID-19 agravaron la situación. Así, la inversión estatal se vino en picada. De $ 4.706 millones en 2017, los recursos para ese objetivo cayeron en casi un 40 % en 2020, y se redujo a $ 2.855 millones Fuente: Expreso

Last modified on 2021-05-10