Las fisuras en los distribuidores de agua que alimentan a las turbinas de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair amenazan con paralizar, en cualquier momento, las ocho unidades de generación de energía eléctrica. “Las consecuencias son impredecibles”, advirtieron por escrito en el 2015 –más de un año antes de la inauguración oficial– los técnicos de la obra a los gerentes de turno. Los reportes sobre el aparecimiento de grietas, filtraciones y soldaduras mal hechas se multiplicaron desde el 2013 y se extendieron como un asunto de todos los días en la hidroeléctrica, calificada por el expresidente Rafael Correa como la obra de infraestructura más grande en la historia del país. Fuente: El Universo, 18 de noviembre.

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