La reciente adquisición de Primax por Aramco, valorada en aproximadamente USD 3.500 millones, genera expectativas e interrogantes sobre sus posibles consecuencias en el mercado ecuatoriano de combustibles. A pesar de la magnitud de la operación, que incluye más de 2.000 estaciones de servicio en Perú, Ecuador y Colombia, los expertos anticipan cambios principalmente en la calidad del servicio, más que en los precios. Ecuador cuenta con un sistema de regulación de precios que podría mitigar cualquier impacto directo en el costo de los combustibles. El diésel mantiene un precio fijo, mientras que la gasolina súper opera con precios liberados, ajustándose mensualmente según las cotizaciones internacionales del petróleo. Las gasolinas extra y eco están parcialmente subsidiadas, con restricciones que limitan los incrementos a un 5% mensual. 

Fuente: Expreso.