El fallido proyecto de dinero electrónico, que intentó impulsar el expresidente Rafael Correa, tuvo errores desde la firma de contrato para la adquisición de la plataforma digital. El descuido provocó posibles vulneraciones a la información de los usuarios del sistema. La burocracia del Banco Central del Ecuador, encargado de operar la herramienta, no tuvo los cuidados mínimos para adjudicar los contratos al sector privado. Tampoco pidió confidencialidad de la información entregada. Lo dice la Contraloría General del Estado en su último informe sobre el tema. El 12 de octubre de 2018, el ente presentó los resultados a la actual administración del Banco Central para que se tomen correctivos. Fuente: Expreso, 1 de diciembre.

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