En un mensaje a la Nación, después de una reunión del gabinete de seguridad y las máximas autoridades del Estado, el presidente Guillermo Lasso dijo, en la madrugada del 10 de agosto, que el asesinato de Fernando Villavicencio podría tratarse de un intento de sabotear las elecciones extraordinarias del 20 de agosto. En la cadena, Lasso aseguró que no es una coincidencia que este crimen político, de carácter terrorista, se diera a pocos días de la primera vuelta presidencial y agradeció las muestras de solidaridad nacionales e internacionales. En el salón amarillo de Carondelet, acompañaron al Primer Mandatario la fiscal general, Diana Salazar; Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE); Iván Saquicela, presidente de la Corte Nacional de Justicia; y Wilman Terán, presidente de la Judicatura. 

Fuente: Primicias.