El segundo intento del Gobierno por lograr sus metas económicas contempla acciones que no se aplicaron antes de enviar el proyecto de Ley urgente que fue archivado.  Entre la amenaza de una nueva paralización de parte del movimiento indígena y la resistencia de los asambleístas a aprobar un proyecto grande e inconsulto, el Gobierno amplió la mesa de diálogo y, con ello, las posibilidades de consenso. Gustavo Isch, consultor político, cree que el Gobierno ha corregido errores después de octubre, generando espacios de diálogo antes de tomar decisiones. “Veo que el Gobierno está trabajando en una relación directa con los movimientos sociales, para establecer medidas que permitan bajar tensiones y crear un ambiente de gobernabilidad mínimo”. Fuente: El Universo.

 

Last modified on 2019-11-25