Para el agente de Inteligencia Raúl Ch. los meses y años siguientes al 13 de agosto de 2012, que falló la operación en Colombia contra Fernando Balda, le significaron pasar del reclamo porque los políticos lo habían usado para resolver sus disputas a rogar a autoridades para que lo ayudaran a resolver su situación legal, e incluso lo llevaron a grabar clandestinamente diálogos en reuniones con quienes sabían del caso. El que Pablo Romero, jefe inmediato de  Raúl Ch.), le repitiese una y otra vez que todo iba a estar bien le hizo sospechar que iban a darle la espalda y que la situación se complicaría, recordó el acusado. Fuente: El Universo.

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