El abismo de iliquidez que, en plena pandemia rondaba a la seguridad social, obligó a redireccionar las cuentas del IESS a un orden que, si bien permite evadir baches de cobertura, aún no garantiza la solvencia de la entidad a largo plazo. Previo al anuncio de recibir del Gobierno $1.400 millones en efectivo y bonos, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha debido disminuir su presupuesto de este año, despedir personal, redistribuir el uso de los recursos de cada fondo para cubrir obligaciones con sus afiliados y ampliar sus mecanismos de inversión. No obstante, Jorge Wated admite que si bien algunas de estas medidas impidieron tomar medidas drásticas (como el elevar el aporte de las pensiones), no son suficientes.  Fuente: Expreso

Last modified on 2020-10-19