Alexis Mera sujetaba con la mano izquierda una mochila negra. Estuvo protegido con casco y chaleco antibalas. Así abandonó el edificio de la Policía Judicial de Guayaquil y caminó hacia un patrullero. Pasado el mediodía de ayer, 24 de septiembre del 2020, y una vez que fue valorado médicamente, los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) lo trasladaron a la cárcel de Cotopaxi, para que cumpla la pena de ocho años por el caso Sobornos 2012-2016. Antes de irse dijo que era víctima de una persecución política y que estaba preso por sus ideas. “La persecución ha hecho que deba enfrentar la cárcel y lo haré con honor. Para mí, la cárcel es un honor”. Fuente: El Comercio.

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