Las 18 licencias que compró el Gobierno anterior para la Refinería del Pacífico corren el riesgo de no ser utilizadas. Estas herramientas permiten usar la tecnología desarrollada por otras compañías para construir y operar las diferentes unidades de este complejo. El Gobierno anterior destinó unos $ 600 millones a la compra de estos permisos y no existe certeza de que los nuevos inversionistas del proyecto utilizarán estos insumos. Las licencias se adquirieron a las empresas Axens, Foster Wheeler, Linde y UOP. La compra de estos instrumentos se hizo sin tener asegurado el financiamiento para esta obra. Fuente: El Comercio.

Last modified on 2018-01-30