En el 2015, tras 16 años de la crisis bancaria, 157.962 bienes que habían pertenecido a las entidades financieras que cerraron aún permanecían en manos del Estado, sin clasificación ni valoración. En ese año, el Banco Central del Ecuador (BCE) recibió la atribución de administrarlos. El Central ha realizado cinco acciones con estos activos: transferirlos a Inmobiliar o al Ministerio de Agricultura (MAG), rematarlos, enajenarlos, donarlos y destruirlos. Según el BCE, el valor de los bienes asciende a $ 432 millones. La mayor parte corresponde a inmuebles. Según el Banco, 93% de estos activos ya está en manos de Inmobiliar y del MAG. Aún quedan 1.101 inmuebles que no se pueden transferir. Por otra parte, 13.290 muebles estaban obsoletos y pasaron a procesos de destrucción. Estaban avaluados en unos $ 74.120. Fuente: El Comercio.

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