La revolución tecnológica avanza a un ritmo vertiginoso, pero en su camino deja una brecha de género que persiste en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). A pesar de que, en los últimos años, la participación de mujeres ha crecido en América Latina y el Caribe, donde ya representan 4 de cada 10 graduados en estas disciplinas, esta presencia en las aulas no se refleja con la misma fuerza en el ámbito laboral.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las mujeres siguen siendo menos del 50% de los profesionales en STEM, lo que limita el potencial de innovación y crecimiento en la región. Esta realidad es aún más pronunciada en sectores clave como el desarrollo de software, donde menos del 10% de los programadores son mujeres. En América Latina, la participación femenina en roles STEM apenas roza el 9% en 2024 y Ecuador no es la excepción, donde el sector tecnológico sigue estando dominado mayoritariamente por hombres.

Cerrar esta brecha es clave para potenciar la innovación, la competitividad y el crecimiento de la región. La participación de mujeres en puestos de liderazgo en STEM no solo contribuye a la equidad, sino que también impacta directamente en el rendimiento empresarial. Según el Centro de Estudios en Gobierno Corporativo del CESA (Colombia), cuando al menos el 30% de los cargos directivos son ocupados por mujeres, el Retorno Sobre los Activos (ROA) de las empresas puede mejorar hasta en un 24,6%.

Last modified on 2025-03-26