En sólo dos décadas, la producción anual de residuos plásticos en todo el mundo se ha duplicado, pasando de 180 millones a más de 350 millones de toneladas, según el informe Perspectivas Mundiales del Plástico de la OCDE. Se prevé que los residuos plásticos casi se tripliquen en todo el mundo para 2060: la mitad de todos estos desechos seguirán siendo depositados en vertederos y menos de una quinta parte se reciclarán, según el informe.

En los últimos años, la creciente concienciación sobre la magnitud y los peligros de la contaminación por plásticos ha allanado el camino para una mayor intervención política. Como informó Euronews el año pasado, más de 100 países prohíben ya total o parcialmente las bolsas de plástico de un solo uso, y muchos están prohibiendo también otros artículos desechables hechos con este material (cubiertos, varillas para mezclar, etc.).

Dado que los envases representan casi el 40% del peso total de los residuos plásticos generados en el mundo, su reducción y reciclado es una prioridad en la lucha contra la contaminación por este material. En un estudio realizado por Ipsos a más de 24.000 entrevistados, el 85% de las personas consultadas en 32 países de todo el mundo están de acuerdo en que debería haber normas internacionales que prohíban los plásticos de un solo uso.